Un as bajo la manga
Mientras la Segunda Guerra Mundial mantenía su curso, Alemania desarrollaba en secreto una poderosa arma que prometía la victoria nazi de manera eficaz. Se trataba de un misil balístico, que sería el primero de combate de largo alcance del mundo, diseñado a principios de la guerra por el ingeniero mecánico y aeroespacial alemán Wernher von Braun.
Los principales objetivos de estos misiles fueron Bélgica y Londres. Aunque el gobierno británico pretendió disimular lo que ocurría informando a los ciudadanos que las explosiones generadas a partir del 8 de septiembre de 1944 se trataba simplemente por causa de unas fugas de gas, muy pronto una propaganda nazi comunicaba su nueva arma llamada “Vergeltungswaffe 2” que significaba “arma de represalia 2” y reputada naturalmente como “V2”, como venganza por los bombardeos en diferentes ciudades de Alemania desde 1942 durante la guerra. El gobierno británico no tuvo otra opción que desenmascarar su mentira.
Avance tecnológico en armamento
El V2 era, en aquel tiempo, el avance tecnológico en cuanto a armamento se refería, más relevante del momento. Un proyecto de construcción del mejor cohete de artillería que el mundo jamás hubiese visto, pensado desde 1935 con el simple nombre de A4, que pudiese tener el mayor alcance a una velocidad impactante y no tripulado, sino conducido desde un sistema externo, definitivamente era este. Tras tres intentos de prueba, finalmente pudo alzar el vuelo el 3 de octubre de 1942 logrando una altura de 5 km aproximadamente y descendiendo a una distancia de 190km desde su origen. El éxito fue sumamente atractivo para Adolf Hitler, quien de inmediato ordenó la producción masiva de la bomba y le cambió el nombre de A4 por Vergeltungswaffe 2.
Como había ordenado Hitler, inmediatamente se recurrió a la producción del nuevo misil desarrollados por el Centro de Investigación Peenemünde y fabricado por Mittelwerk GmbH. Aunque la producción se retrasó un poco debido a un ataque aéreo en el que fallecieron una cantidad considerable de obreros, para septiembre de 1944 el ejército nazi tenía bajo su poder poco menos de 2.000 misiles almacenados y listos para ejercerlos en contra de los aliados, y para final de la guerra unos 10.000 misiles fueron producidos en total.
El reciente misil contaba con un motor cohete con el cual era propulsado usando como combustible alcohol etílico y oxígeno líquido mediante una turbo bomba Walter de 730 HP (desarrollada por el ingeniero alemán Hellmuth Walter, un sistema de propulsión que no depende del aire sino en la descomposición catalítica del peróxido de hidrógeno en vapor de agua y oxigeno) que funcionaba con vapor recalentado, con una turbina que giraba a 5.000 rpm. Medía 14 metros de largo, y un diámetro de 1,70 metros, con una capacidad de carga explosiva (atamol) de 1 tonelada, la cual se hallaba en la parte superior del misil.
El sistema generaba unas 25 toneladas de empuje al arrancar, que se incrementaba a una velocidad máxima de 73 toneladas. El motor era capaz de empujar al cohete a 1341 mts/seg, alcanzando una altura máxima de 90 Km con un radio de acción de alrededor de 320 Km.
Principalmente el color del misil era blanco y negro, pero con el transcurrir el tiempo fueron variando, como gris, rojo, verde oliva, marrón y blanco.
El primer misil en superar la velocidad del sonido
El V2 fue el primer misil en superar la velocidad del sonido. Las personas ni siquiera podían percibir lo que se les venía encima, hasta que el estruendo de la explosión retumbaba. Fue entonces por la falta de aviso, puesto que los radares de la época no lograban registrarlo por causa de su gran velocidad, que muchas personas fallecieron al ser usados en los objetivos militares como lo era Londres, Francia, Amberes y Aquisgrán.
Esta invención pudo haberle otorgado la victoria a Adolf Hitler. Pero pese a toda la tecnología con la que contaba, porque ciertamente los alemanes habían creado un arma prácticamente imposible de destruir, no sucedió de esa manera.
Al finalizar la guerra, el ejército ruso y estadounidense dio con las plantas de producción y capturaron los misiles que allí se albergaban, para realizarles estudios científicos con el fin de utilizarlos para explorar la atmósfera. El V2 es el padre de los misiles modernos.