Los acantilados de Inglaterra son el resultado de un fenómeno de la erosión del mar sobre una gran isla llamada Reino Unido. Están compuestos por una tiza suave y blanda, que a su vez componen de un gran número de diminutos esqueletos de algas unicelulares de cocolitos – placas de carbonato cálcico – que precedentemente flotaban en los cálidos mares hace alrededor de uno 130 millones de años. Estos se hundieron al fondo del mar, y durante un largo periodo de tiempo se compactaron entre sí formando una roca caliza, que dio origen a la erosión de estos acantilados.
Existen algunos que de hecho son muy populares y ofrecen vistas espectaculares, hasta en el momento de sus desmembramientos, como el “Exmoor, Devon”. De igual manera, otros como el “Beachy Head – East Sussex” – localizado en el Canal de la Mancha – que son famosos por la tasa de suicidios, donde cantidades de veces las personas indagan en internet cómo agrupar a otros individuos para llevar a cabos suicidios masivos.
No obstante, los White Cliffs of Dover (Acantilados Blancos de Dover) son los acantilados más célebres de Inglaterra y representan un ícono para la nación. Es uno de los símbolos más notables de Gran Bretaña, y son mundialmente famosos por su “tiza blanca y suave” muy pura de la piedra caliza, que es geológicamente poco posible. Alcanza una altura de 300 pies, y se extienden cerca de los 12 kilómetros por cada lado de Dover. Lo efectos de las olas sobre las paredes del acantilado hace que se ensanche poco a poco cada vez más.
Un poco de historia…
La vida de los acantilados blancos de Dover comprende más de 130 millones de años, figurando en los escritos de Julio César en la invasión de Gran Bretaña. Esta zona conocida que está situada frente al Estrecho de Dover y Francia, es donde más cerca se encuentran las Islas británicas a la Europa Continental.
Los acantilados han resguardado a Inglaterra desde tiempos bélicos, sobre todo en la Segunda Guerra Mundial, siendo que, resultaría sumamente arriesgado realizar una invasión por el costo humano, ya que están dispuestos en una posición compleja de vencer. Estos acantilados sirvieron de acomodo para cañones y otras artillerías pesadas como estrategia de defensa para los británicos, además de haber construido durante la edad media una serie de túneles que llegaban hasta el Castillo de Dover, así como también cuevas para resguardarse.
Asimismo han sido testigo de la actividad de contrabandistas de todo tipo, que buscaban en las cuevas un escondite para pernoctar. Pero la zona fue militarizada, y por lo tanto ya no hay más lugar salvo para las tropas militares.
Erosión
Estas rocas blancas están expuestas a un constante peligro de erosión, y en el transcurso de los últimos años se han producido impactos de tierra. Año tras años los acantilados se estrechan entre sí 1cm aproximadamente. Para los años 2001 y 2012 se derrumbaron grandes trozos del acantilado. Es por ello que se advierte a los visitantes no acercarse al borde del mismo.
Atracción Turística
En los Acantilados de Dover puedes disfrutar de una vista espectacular, en una zona que no ha sido intervenida aún por el hombre, lo que representa una naturaleza pura. En el área se mantienen diferentes aves en su etapa de anidación, como la gaviota tridáctila, que hacen del paisaje más hermoso.
Además, una nueva y emocionante atracción ha abierto para los visitantes de Dover: el refugio subterráneo durante la Segunda Guerra Mundial que ha sido descubierto recientemente.
Para reservar una visita guiada puede ponerse en contacto con el Centro de Visitantes National Trust. Se debe caminar 1,5 millas a lo largo del acantilado, en el cual se encontrará con su guía ya reservado que le proporcionará un kit (casco y linterna) y le llevará a unos 70 pies bajo tierra.
Esta es una gran oportunidad para descubrir un mundo diferente por debajo del acantilado de tiza blanca, y aprender sobre la historia y los hombres que eran responsables de los implementos de guerra como la batería de cañones, y que además subsistían bajo tierra. La idea es que disfrutes de una excursión durante todo un fin de semana
Ubicación
Los acantilados se encuentran lo largo de la costa británica sur, hacia el sureste de la ciudad de Londres, en el Condado de Kent. Los White Cliffs se extienden al oeste y este de Dover, limitados el uno del otro por las localidades de Folkestone y Deal.
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